Echar de menos algo que nunca ha sido tuyo. Perderte sin querer, y de repente no querer encontrarte de nuevo.
Despertarse con esa canción, y pensar que el mundo merece otra oportunidad.
Levantarse de nuevo, y mentir al espejo.
Esperar.
Cuando la única salida que te queda es volver atrás, darle la espalda y seguir hacia adelante, pero sigues intentando lo imposible.